La vértebra Atlas
(C1) es la primera vértebra cervical que se articula en la parte superior con
el hueso occipital el cual representa la base anatómica del cráneo; y en la
parte inferior con el epistrofeo.
El atlas, a
diferencia de las otras vértebras cervicales, no posee un cuerpo vertebral. Se
piensa que el cuerpo de C1 es el diente del epistrofeo. Presenta dos cóndilos
en la parte superior que se articulan con los cóndilos occipitales.
Presenta además dos
carillas articulares inferiores que se articulan con las carillas articulares
superiores del epistrofeo (C2)
El atlas presenta un arco anterior y uno
posterior caracterizado por un esbozo de proceso espinoso llamado tubérculo
espinoso del atlas. A los lados de los arcos están presentes a la derecha y a
la izquierda los orificios vertebrales donde pasan la arteria y la vena
vertebral que llegan al cerebro. Por este motivo, por su posición anatómica el
atlas representa una componente neurálgica de un complejo sistema funcional.
Cuando el Atlas está
desalineado, la comunicación interactiva entre el cerebro y el resto del cuerpo
se perturba y se crea un déficit neurológico.
El mínimo
alejamiento del Atlas de su base anatómica-fisiológica correcta puede tener
repercusiones negativas sobre todo el sistema muscular-esquelético, el aparato
circulatorio, neurovegetativo (parasimpático) y sobre el cuerpo en general.
Esta desalineación
puede estar ya presente en el momento del nacimiento, ya sea con cesárea o con
parto normal y empeora con los traumas, como por ejemplo el latigazo cervical.
Para entender mejor
el problema, es importante entender la diferencia entre condición estática y
condición dinámica. Cuando el cuerpo está en movimiento, existen cambios dinámicos
de la distribución de los pesos que pueden provocar compresión momentánea de
niervos y vasos sanguíneos.
Estas presiones son
solamente temporales y no crean problemas a partir del momento que antes o
después, el cuerpo regresa a una condición de reposo y como consecuencia las
presiones y las compresiones cesan.
Por el contrario, la
carga estática pesa sobre el esqueleto constantemente y si esta carga es
desequilibrada y unilateral en modo constante, se termina por alterar la
postura ideal. Compresiones constantes de nervios y vasos sanguíneos provocan
toda una serie de disfunciones.
Cuando las vértebras
que en su conjunto constituyen la columna vertebral, se encuentran en la
posición correcta, el peso se distribuye en modo balanceado sobre ambos lados
del esqueleto.
La cabeza se apoya
sobre el Atlas con un peso de 5-6 kg. Un Atlas desalineado descarga ese peso en
forma no perpendicular a la columna vertebral.
Esta situación crea
un desplazamiento del baricentro del cuerpo y como consecuencia un desequilibrio
desde la cabeza a los pies que induce a la formación de bloques articulatorios
y disfunciones muscular-esqueléticas.
Un lado del cuerpo
se carga más que el otro. Este es el motivo por el cual por lo general los
dolores se concentran en un solo lugar.
De las
consideraciones realizadas podemos decir que el Atlas influye en el equilibrio
de todo el esqueleto y es directamente responsable de una postura correcta.
Son muchas las
consecuencias de un Atlas desalineado.
Por ejemplo, si el
cráneo se tuviera que apoyar en un Atlas no alineado, los ojos tienden de todos
modos a mantenerse alineados en manera horizontal. Su consecuencia es que los
ligamentos y los músculos de la zona sub-occipital están en tensión constante,
en el esfuerzo continuo de compensar el alineado de la cabeza; el resto de la
columna vertebral se curva como consecuencia.
Dolores causados por
el desplazamiento del Atlas: cervical, cefalea, dolor de hombros, dolor de
espalda. Este estrés continuo puede traer contracturas, espasmos musculares y
dolores, sobre todo si los músculos están poco alineados; así nacen los
problemas cervicales, la cefalea tensional, los vértigos, la tortícolis y la
rotación o la flexión de la cabeza, dolorida o limitada.
Dolores causados por
el desplazamiento del Atlas: cervical, cefalea, dolor de hombros, dolor de
espalda.
La posición desalineada del Atlas puede causar una reacción en cadena: asimetrías en todo el esqueleto, como un hombro más alto que el otro con dolores en la escápula, escoliosis, cadera inclinada con peligro de formación de discopatías, dolor de espalda, en la cadera, en la rodilla y eventualmente en el pie.
La posición desalineada del Atlas puede causar una reacción en cadena: asimetrías en todo el esqueleto, como un hombro más alto que el otro con dolores en la escápula, escoliosis, cadera inclinada con peligro de formación de discopatías, dolor de espalda, en la cadera, en la rodilla y eventualmente en el pie.
Cuando una postura
correcta está comprometida, se desarrollan contracturas musculares permanentes
que, además del dolor, pueden causar bloqueos (subluxaciones) de otras
vértebras. Las subluxaciones, a su vez, pueden crear presiones en algunas
raíces nerviosas que con el pasar del tiempo, terminan por irritarse.
Para curar la
irritación el médico hace un uso siempre más frecuente de remedios a base de
cortisona, fármacos muy útiles que a la larga producen efectos colaterales
importantes.
La compresión de
determinadas terminaciones nerviosas puede provocar hormigueos, miembros
“adormecidos”, o en algunos casos, el mal funcionamiento de los respectivos
órganos relacionados a estas terminaciones nerviosas, dando origen a toda una
serie de malestares en áreas del cuerpo que aparentemente no tienen relación.
Los músculos
engrosados o endurecidos por el esfuerzo constante al cual están expuestos,
comprimen los canales linfáticos y las venas que transitan a través de los
mismos músculos, su consecuencia es una reducida vascularización con el
acumulamiento, en los tejidos, de productos metabólicos de descarte. Esta
condición activa un círculo vicioso que transforma los músculos más rígidos.
Existen, por cierto,
otros factores a tener en cuenta que pueden alterar una postura correcta, pero
la posición errada del Atlas es totalmente determinante. La experiencia ha
demostrado que en muchos casos, después de la realineación del Atlas, el
esqueleto se apropia nuevamente de una forma más correcta y natural.
1-Neumann D. A. Kinesiology of the
musculoskeletalsystem, 2° edition. Mosby-Year Book,
2009. (318-322) (312-313)
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3-
Christy C. Anatomia funzionale. Anatomia muscoloscheletrica, Chinesiologia e
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per Terapisti Manuali, Edizione
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4-Andrew J, Hazaroglu O, Bush KA2. A human brain atlasderived via n-cutparcellation of
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