lunes, 23 de noviembre de 2015

El dilema obstétrico y las dimensiones del cráneo fetal humano


Los avances tecnológicos en obstetricia asientan en el presupuesto implícito de que el parto es un “accidente a punto de acontecer” y la medicina moderna parece haber olvidado que el parto sigue siendo un evento fisiológico y no una enfermedad aguda. Sin embargo, es verdad que el parto en los humanos es mucho más difícil que en la mayoría de las otras especies de mamíferos, incluyendo los primates no humanos.
¿Porque tenemos partos tan difíciles, sufriendo tantas complicaciones obstétricas? Básicamente, porque la cabeza del feto es grande comparado con la pelvis materna[1]


(Fig. 1).




Figura 1. Relación entre cráneo feral y pelvis materna en primates superiores. Fuente: http://scholar.harvard.edu/files/awarrener/files/The%20evolutionary%20origins%20of%20obstructed%20labor.pdf?m=1360042752 (en línea) (consultado: 19/11/2015)
En 1960 Washburn sintetizó esta dificultad en la expresión “dilema obstétrico”[i] atribuyendo la causa a dos fenómenos de la evolución de la especie humana:
1. La bipedestación, o sea el haber pasado a la postura erecta, lo cual habría implicado el estrechamiento de la cadera para favorecer una locomoción más eficiente;
2. La encefalización, o sea el aumento de las dimensiones del cerebro humano, y consecuentemente, del cráneo fetal, debido al enorme desarrollo neurológico que terminó por diferenciarnos drásticamente de las otras.
Un reciente estudio de la Universidad de Harvard cuestiona fuertemente el primer argumento: la bipedestación, según los autores, no tiene nada que ver con el estrechamiento de la cadera, porque las dimensiones de la cadera, desde el punto de vista biomecánico, no aportan nada a la locomoción[ii].
Lo que sí ha influido en el parto, es la expansión del cráneo, sea del adulto, sea del feto.


Figura 2: Encefalización y aumento del tamaño del cráneo humano. Fuente: https://myweb.rollins.edu/jsiry/geolindex.html (en línea) (consultado: 19/11/2015)
Si el aumento del tamaño cerebral sea o no reflejo de mayor inteligencia es todavía objeto de debate, así como las razones evolutivas que habrán impulsado este crecimiento. 
Pero ahora hay que tomar en cuenta otro importante factor que nos diferencia enormemente de todas las otras especies animales: la altricialidad, o sea el hecho que nuestras crías nacen muy desvalidas y necesitan cuidados de intensidad y duración impensable en otras especies.

Hay varios autores que hipotetizan una gestación más larga (cerca de 18 meses) en nuestros antepasados más lejanos. Y de alguna manera el dilema obstétrico representó un “dilema cerebral” para el Homo erectus: hace cerca de 1.5 millones de años, las dimensiones de la pelvis empezaron a limitar la expansión cerebral fetal, en el mismo periodo en que el cerebro adulto del Homo erectus se encontraba en plena expansión. Evolutivamente, el cambio necesario fue reducir el tiempo de gestación y nacer con un porcentaje de tamaño cerebral menor relativamente al adulto  y sucesivo rápido desarrollo y expansión[i]
Esta característica es posible gracias a la especial conformación de los huesos del cráneo del feto y del recién-nacido, que vamos a examinar de seguida. En este video se explica en detalle la conformación del cráneo fetal:


La primera característica que destaca el cráneo del feto/recién-nacido del adulto, es la desproporción entre la bóveda craneal y los huesos de la cara, que todavía están subdesarrollados.
Los huesos son suaves y flexibles, con aperturas entre las placas óseas (la fusión y osificación acontece entre los 12 y los 18 meses).
Es formado por un hueso impar y dos huesos pares, ya que el frontal está dividido en dos partes, unidas por la sutura metópica (Fig 3).


Figura 3: Estructura del cráneo fetal.
Fuente: https://craneoyraquis.wordpress.com/ (en línea) (consultado: 19/11/2015)
Otra característica diferente del adulto son las fontanelas., espacios situados entre los huesos, donde las suturas se cruzan transversalmente. Las fontanelas son seis, pero las dos principales son:
Fontanela anterior o Bregmática: unión cuadrangular  entre los dos huesos frontales y los dos parietales, que permanece blanda hasta los dos años de edad aproximadamente.

Fontanela posterior: unión de los dos parietales y el occipital. Se cierra durante los primeros meses de vida.

La función de las fontanelas es precisamente facilitar el paso a través del canal del parto, garantizar un rápido reequilibrio de la presión sanguínea a nivel cefálico, y permitir la rápida expansión cerebral que caracteriza nuestra espécie. En otras palabras, son la perfecta respuesta anatómica a la evolución del ser humano. Y esto quizás nos pueda dar algún consuelo cuando pensamos al dolor del parto: estamos haciendo nuestro mejor!



[i] Washburn, SL “Tools and Human Evolution,” Scientific American, vol. 203, no. 3 (September 1960), 63.[ii] Harvard University. "Evolution of childbirth: Wider hips don't make locomotion easier, so why is labor so hard?." ScienceDaily. www.sciencedaily.com/releases/2015/03/150313094557.htm ((en línea) (consultado: 19/11/2015)

[1] Blackburn Wittman A, Wall L. The Evolutionary Origins of Obstructed Labor: Bipedalism, Encephalization, and the Human Obstetric Dilemma. Obstetrical and Gynecological Survey. 2007;62(11):739-748.
http://scholar.harvard.edu/files/awarrener/files/The%20evolutionary%20origins%20of%20obstructed%20labor.pdf?m=1360042752 (en línea) (consultado: 19/11/2015)



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