La columna vertebral constituye el eje
del tronco y sirve de soporte a la cabeza de manera directa, y de forma
indirecta a las cuatro extremidades a través de las cinturas escapular y
pelviana. Está en íntima relación con la médula espinal que se encuentra dentro
del canal vertebral y con los nervios
raquídeos que salen a través de los forámenes intervertebrales. En el embrión
la columna vertebral empieza su desarrollo ya a partir de la tercera semana
desde la fecundación. Aparece en forma de un surco neural, delante del cual se
encuentra la cuerda dorsal. En fases
posteriores el surco neural se convierte en tubo neural mientras que a la
cuerda dorsal se le adosan unas estructuras mesenquimatosas que formarán anillos
de protección alrededor del tubo neural, originando de esta manera, a las
futuras vértebras. Pero la columna hecha de vértebras de poco serviría si no fuese
por los discos que se sitúan entre ellas. Gracias a la existencia de los discos
intervertebrales es posible la formación
de curvaturas fisiológicas y una amplia capacidad de movimientos. Las curvas naturales
que tiene el raquis son distinguibles en el hombre mirando de lado (ver
Ilustración 1). En la vista anterior la columna vertebral es rectilínea aunque
existe una ligera escoliosis (desviación de concavidad) a nivel del tórax que
suele ser izquierda. Según Campillo1(p119), ‘Parece deberse esa desviación
a la mayor potencia de la musculatura de la extremidad superior derecha (en los
zurdos ocurre al revés)’. Si nos situamos de lado, la columna presenta cuatro
curvaturas: una cervical de concavidad posterior (lordosis), otra dorsal o
torácica de concavidad anterior (cifosis), una lordosis lumbar que representa
la tercera y una cuarta curvatura que es la cifosis sacrococcígea. Todas estas
curvaturas, vistas como unidad le proporcionan a la columna un aspecto de “S”
itálica y esta es la característica de la columna vertebral que permite mantener el tronco centrado sobre
la pelvis. La columna vertebral embrionaria es cifótica en toda su longitud. Las
lordosis de las regiones cervical y lumbar empiezan a aparecer después del
parto, y se asocian con la maduración motora y la postura erecta, o sea las
cuatro curvas no se definen bien hasta que no empezamos a caminar.
Ilustración 1.5
Curvaturas naturales del raquis.
La morfología de la columna varía en las
distintas especies y sus características dependen del grupo al que pertenece. Los
mamíferos deambulan de tres formas diferentes pudiéndose distinguir: tetrápodos,
braquiadores y bípedos. Solamente los homínidos son bípedos gracias al cambio
evolutivo que se dio, entre otros, en su columna vertebral.
Los mamíferos tetrápodos solo tienen dos
curvaturas, una torácico-lumbar, con la concavidad ventral y de fundamental
importancia, y otra cervical, variable,
que depende en gran medida de la posición más o menos elevada de la cabeza que
presenta el tetrápodo. En los animales, la curvatura torácico-lumbar se
comporta como un compás de dos ramas, una de ellas se relaciona con las
extremidades anteriores y la otra con las posteriores. Durante la marcha, las
ramas del compás se mueven, abriéndose o cerrándose a partir de un punto (charnela)
que se corresponde normalmente con la décima vertebra del tórax. Tal como indica
Campillo1(p120), ‘Gracias a la motilidad de las dos ramas de este
compás vertebral, la columna actúa como un resorte o muelle que amortigua los
movimientos de la marcha.’ El raquis presenta esta misma estructura del compás también
en los primates inferiores, prosimios y simios cuya marcha suele ser tetrápoda
o por braquiación. En caso de los antropoides se observa un tipo de marcha
distinta e intermedia entre los tetrápodos y el Homo sapiens lo que hace que la
columna vertebral presente cambios. Estos cambios anatómico-morfológicos consisten
en la aparición de un trazo de lordosis lumbar, así como cierta angulación del
sacro respecto al raquis. Solo en el
hombre se encuentran las cuatro curvaturas completamente desarrolladas, siendo
también el único animal que deambula erecto y en el que las extremidades
superiores no participan en el desplazamiento. La adquisición de la bipedia
tuvo lugar hace más de tres millones y medio de años, porque esta es la edad
del homínido más antiguo conocido hasta ahora el Australopithecus afarensis.
Ilustración 2.6
Evolución del ser humano.
Aparte de la bipedestación, las
curvaturas humanas parecen también destinadas a conceder una mayor rigidez y
elasticidad a la columna vertebral, gracias a elasticidad aumenta también la
estabilidad del cuerpo. Si nos fijamos
en las diferencias morfológicas entre el hombre y la mujer, destaca,
sobre todo la mayor curvatura lumbar
femenina.
Siendo la bipedia una característica
única del humano y al mismo tiempo nuestra postura natural, es curioso, el
hecho, que la actitud erecta en las personas no es habitual para su reposo, nos sentamos o nos tumbamos, pues la permanencia
en pie, sin deambular ni movernos, nos resulta fatigosa.
La columna vertebral arranca en la base
del cráneo. Es importante, porque el lugar exacto donde comienza indica cual es
el centro de gravedad del esqueleto sobre el que éste se organiza. Cuando los
científicos encuentra un cráneo pueden
deducir si el animal al que pertenecía caminaba erguido o no. Para mantener la
postura erguida y caminar sin esfuerzo los humanos vimos modificado nuestro
centro de gravedad a lo largo de la evolución. La línea de gravedad que actúa
sobre una persona en bipedestación en una postura erecta ideal, pasa por la
apófisis mastoides del temporal, anterior a
la segunda vértebra sacra, posterior a la cadera y anterior a la rodilla
y tobillo. Pasa por el lado cóncavo del vértice de la curvatura de cada región.
Como resultado, la postura ideal permite a la gravedad producir un momento que
mantiene a cada una de las curvaturas en su forma óptima. Sin embargo es
importante indicar que la línea de gravedad varía de una persona a otra. En
realidad 3(p261) ‘la postura
de cada persona es única y transitoria’ Los factores que condicionan estas diferencias
en las posturas de las personas son, por ejemplo, la disposición de la grasa en
el cuerpo, la localización y volumen de cargas sostenidas en el tren superior,
las formas de las curvaturas regionales individuales, la musculatura, la
extensibilidad del tejido conjuntivo o el embarazo.
Ilustración 3.7
A.Evolución de la línea de gravedad
B.Evolución de la pelvis
Existen algunas teorías acerca de los
factores que propiciaron la bipedación humana. Por lo visto nuestros ancestros
empezaron a pasar cada vez más tiempo recolectando y cazando en el suelo. El
clima se iba volviendo cada vez más seco y caluroso. Probablemente poder ver el
peligro por encima de las hierbas altas, disponer de las manos para usar objetos o fabricar herramientas,
trasladar las crías y la necesidad de refrescar el cuerpo ante el calor
influyeron en la transición de las cuatro patas a las dos piernas. En la
posición erguida la superficie expuesta al sol es bastante menor que en los
cuadrúpedos. También gastamos menos energía al caminar erguidos que haciéndolo
de cuatro patas.
Si nos centramos en el precio que hemos
tenido que pagar por volvernos bípedos, no son pocas las desventajas que
derivan de este hecho. De entrada nos hemos vuelto más lentos comparando con
los animales, al volvernos erectos hemos perdido la capacidad de salir
corriendo en casos de peligro a velocidades significativas.
El bipedismo supone crear tensiones sobre la estructura esquelética y
más que nada sobre la columna vertebral que los debe soportar. Los cambios que
se han dado en la pelvis para adaptarla a la postura erguida (ver Ilustración 2
B) concretamente el estrechamiento del canal de la misma, han provocado que el
parto se vuelva más difícil y peligroso.
Las crías humanas son muy vulnerables
porque tardan un promedio de dos años en aprender a caminar bien.
Existe una mayor propensión a las
lesiones, las articulaciones de las rodillas y los tobillos sufren más porque
el peso no se reparte entre las cuatro extremidades sino entre dos.
Otra de la desventajas es la indicada
por Neumann3(p261) ‘Una consecuencia potencialmente negativa de las
curvaturas naturales de la columna es la presencia de fuerzas de cizallamiento
en regiones de transición entre curvas. Las fuerzas de cizallamiento pueden
causar laxitud prematura de las fusiones vertebrales quirúrgicas, en especial
las practicadas en las regiones cervicotorácica y toracolumbar’.
Ser erguido origina una serie de
patologías, en gran parte exclusivas del hombre porque derivan directamente del
bipedismo. Bien conocidas hernias discales son lesiones vertebrales cuya causa
reside en la posición erecta. Las hay de dos variedades: el prolapso dentro del
canal raquídeo (rotura del anillo fibroso, normalmente en su borde posterior
que es más delgado; el núcleo pulposo del disco penetra al interior del canal
raquídeo) y la hernia intraesponjosa o nódulo de Schmorl (no se rompe el anillo
fibroso del disco, sino su cara superior, inferior o las dos; el núcleo pulposo
hunde la capa de hueso compacto de la cara afectada y penetra en el tejido
esponjoso).
Ilustración 4.8
Hernia discal tipo prolapso.
Ilustración 5.9
Hernia discal de Schmorl
Hernia discal de Schmorl
Otra patología bastante común es la
espondilolistesis y consiste en el desplazamiento de una vértebra sobre otra
con pérdida de la alineación de los cuerpos vertebrales.
Ilustración 6.10
Espondilolistesis
Las curvaturas fisiológicas presentes en
la columna vertebral, las mismas que permiten que seamos bípedos se vuelven
patológicas cuando sobrepasan ciertos límites. La afección más común suele ser
la cifoescoliosis idiopática juvenil, en que los cuerpos vertebrales adoptan
una morfología cuneiforme exagerada, morfología que al mismo tiempo es uno de
los factores que favorecen la existencia de las curvas naturales de la columna
vertebral.
Ilustración
7.11
Cifoescoliosis infantil
Muchas de las dolencias de lo más frecuentes
aparecen en las curvaturas secundarias de la columna vertebral (las lordosis) y
paradójicamente son las que adquirimos para hacernos bípedos. Quien no se ha
quejado en algún momento de su vida de tan famosas cervicalgias o lumbalgias.
Bibliografía:
- Campillo D. Paleontología de la columna vertebral. Selección e introducciones de Emiliano Aguirre. Paleontología Humana; Grafesa; 1988. p.119-126.
- Drake R.L, Wayne Vogl A, M. Mitchell A.W Gray. Anatomía básica.Barcelona: DRK Edition.Elsevier; 2013. p.32-55.
- Neumann D.A. Fundamentos de rehabilitación física. Elsever Science: Editorial Paidotribo; 2002; Sección III Esqueleto axial.p.249-387.
- Díaz C. Bipedismo [Internet] .Madrid, Sept 2000 [actualizado 30 Dic 2008; consultado 5 Nov 2015]. [aprox.4 pantallas]. Disponible en http://perso.wanadoo.es/s915083000/evolucion/bipedismo/bipedismo.html
- RadioTV Perú HFG EIRL[Internet] Perú. Enero 2015 [publicado 26 Mayo 2015; citado 15 Nov 2015].[aprox. 2 pantallas].Disponible en: http://radiotvperu.pe/salud/el-pago-del-hombre-por-la-bipedestacion-es-decir-caminar-en-dos-pies-se-trata-de-la-sacrolumbalgia
- Rafa. La evolución humana. Pasado presente y futuro. Alojado en Educasturblog [Internet].Rafa 29 Enero 2013-[citado 15 Nov 2015]. Disponible en: http://blog.educastur.es/rafcima/tag/evolucion/
- Benítez Jaime M.T. Bipedestación [Internet].Benítez Jaime M.T.16 Jun 2013-[citado 15 Nov 2015].Disponible en: http://zoobipedestacion.blogspot.com.es/
- Medeguru[Internet] 2015 Thrissur Dist (India).[citado 15 Nov 2015].[aprox. 3 pantallas].Disponible en: http://www.medeguru.com/spine-care/spine-diseases-conditions/herniated-disc/
- Brocate Aparicio A.[Internet] Madrid.[citado 15 Nov 2015].[aprox.2 pantallas].Disponible en: http://fisioterapiavaldemoro.com/art%C3%ADculos-de-fisioterapia/hernias-de-schmorl/
- Associated Pain Specialists Manganelli D M D [Internet] Red Bank. 2015. [citado 15 Nov 2015].[aprox. 2 pantallas].Disponible en: http://www.associatedpain.com/spondylolisthesis.php
- American Academy of Orthopaedic Surgeons [Internet] [actualizado Feb 2013; citado 6 Nov 2015].[aprox.5 pantallas].Disponible en: http://www.saveyourknees.org/topic.cfm?topic=A00481
No hay comentarios:
Publicar un comentario